Las palabras Pueden decirnos como Funcionan EUGENE GENDLIN
31
Las palabras
pueden decir cómo funcionan
Heidegger sabía que había cambiado el reino de lo filosófico. No
pensaba que pudiera continuar a partir de ese cambio. ---Un filósofo no puede
saltar sobre su propia sombra---, solía decir'. Escribió a Frings rogándole que
no lo denominara "Círculo de Heidegger", sino más bien "Círculo
de la Cuestión del Ser". Quería que se considerara su obra profundamente,
pero sobre todas las cosas, quería que la gente siguiera pensando, que fueran
más allá.
El propósito de este escrito es el de rescatar y renovar algunas
de las intuiciones más importantes de Heidegger, especialmente acerca de esa
apertura que no es una forma, ni una cosa constituida. Pero para continuar
donde él no lo hizo, tenemos que modificar algunos aspectos. Hablaré de dos de
esos cambios, pero no me interesa demasiado determinar dónde está exactamente
la diferencia. Más bien, nos preguntaremos: ¿se trata de una forma buena y
viable a partir de la cual continuar?
LA PÉRDIDA DE
LA APERTURA
Mi objetivo es pensar con algo más que estructuras, formas o
distinciones conceptuales, con algo más que con cosas demasiado definidas. Lo
que es
1. Gendlin, E.T. (1993) Words can say how they work,
en: Robert P. Crease (ed.) Heidegger Conference, Proceedings, State University
of New York, New York: Stony Brook.
2. Heidegger, M. (1971) What is a Thing? (Die Frage
Nach dern Dign). Being and Time, Part 1, 5.
más que las meras formas no tienen por qué hallarse demasiado
lejos como para poder hablar de ello. Podemos encontrarlo y dejar que desempeñe
un papel central en nuestro propio pensamiento.
A través del papel que desempeñará en nuestro pensamiento seremos
capaces de reestablecer la gran apertura, aquello a lo que Heidegger denominó
la ---fuente- que no es en sí misma forma, sino que se revela a sí misma en
todas las cosas con forma. Al final, esto era lo que más le preocupaba.
Actualmente parece imposible pensar o hablar sobre ---lo que es más que la
forma- debido a un craso error: lo que no es claro y diferenciado simplemente
se dice que es indeterminado, un limbo, una mera negación de la forma
determinada. Ahora la gran apertura de Heidegger parece una simple
indeterminación.
Derrida puede desenmarañar esta apertura. Dice con toda honestidad
que lo que ocurre es que no puede encontrarla. Podemos concluir que podría ser
importante hallarla en vez de dejarla como si se tratara de algo maravilloso y
liberador que simplemente nos influye. ¿Es algo insondable? Mostraré la forma
de encontrar esta apertura en cualquier cosa y en cualquier sitio.
Primero hablaré de dos modificaciones: (1) mantengo que Ser y
Tiempo podría abrir una nueva línea de pensamiento filosófico para proseguir
estudiando lo que Heidegger denominó ---ser-en---. Mostraré que esta forma de
pensamiento es ---algo más que forma- y que se puede pensar y hablar sobre algo
más que la forma. Puede hablar y pensar sobre sí mismo. (2) Incluyo al cuerpo
dentro del Dasein.
EL PROBLEMA
Da la impresión de que no podemos hablar o pensar nada sobre ese algo
más-que-forma. ¿Cómo podría haber hablado Heidegger de algo que va más allá de
la forma, cuando todo lo que se dice implica en sí mismo formas conceptuales y lingüísticas?
¿Cómo podría haber escapado de los esquemas inherentes al lenguaje? Heidegger
se enfrascó en esta cuestión durante más de treinta años.
Por un lado, los patrones conceptuales son dudosos en ciertas
formas: surgen en una variedad mutuamente excluyente. Cambian a lo largo de la
historia. Se caen por su propio peso si se indaga en ellos. Los patrones
lógicos no pueden ni siquiera definir qué son los patrones lógicos o que
podrían ser, No funcionan solamente de un modo lógico. Pensar es siempre una
actividad situada (que se ve afectada por el estado de ánimo, la experiencia,
el interés, la práctica, el cuerpo, los acontecimientos, las situaciones, el
lugar que se ocupa en el mundo ... ).
Por otro lado, no podemos evitar las formas y los conceptos; no
podemos pensar sólo en lo que es más que cortes y presentaciones. Si hablamos
sobre aquello que es más que formas, lo cortamos y lo presentamos. Hablamos
sobre lo que es más que conceptos, pero ¿cómo? En conceptos.
Supongamos que estoy dando una conferencia sobre el debate como
método de enseñanza. Quiero que mi clase aprenda cómo se aprende más a través
del debate, por lo que hablo sobre el tema. ¿No apreciáis algo incorrecto aquí?
De forma similar, mi palabra "más" trae consigo el
patrón conceptual del cuantitativo más y menos. ¿No estoy pareciendo ridículo?
Digo ---más que patrones conceptuales---, pero ---más que- es un patrón
conceptual. Éste es el problema que intentaré solventar.
Incluso al establecer el problema usamos ya varias distinciones.
Determinamos que la misma afirmación puede poseer diferentes significados
implícitos en contextos diferentes. Al decir esto estamos distinguiendo entre
afirmación y contexto, y entre "explícito" e "implícito".
Pero entonces todavía tenernos solamente lo que dijimos explícitamente, eso
parece. A no ser que lo que decimos es que el lenguaje hace algo más de lo que
dice. Esta distinción considera al más como
algo que se hace (y
no que se dice),
pero parece que todavía tenemos solamente lo que decimos, y no lo que lo que
decimos que hace. Por eso Wingenstein rechaza toda explicación de lo que el
lenguaje hace. Wingenstein decía que no podía decir; que sólo podía
1 1señalar". ¿Pero podemos, al menos, defenderle cuando dice
eso? "Señalar" nos trae a la mente la idea de una cosa en el espacio
a la que podemos señalar.
Los patrones conceptuales son dudosos y siempre se exceden a sí
mismos, pero este exceso parece incapaz de expresarse a sí mismo. Parecen
convertirse en patrones cuando
pretendemos pensar sobre ello. Este ha sido el problema de la filosofía del
siglo XX. En una versión o en otra la filosofía terminaba llegando a este
problema y entonces permanecía inmóvil frente a él.
Hasta el momento sólo se ha entendido como el problema que es.
Pero lo que parece ser un problema se convierte en una ventaja. No tenemos por
qué deplorar que los conceptos no sean nunca patrones claros, ni que lo que lo
supera no pueda separarse de los propios patrones. Es algo bueno que ese algo más también esté
siempre presente. Ya que siempre pensamos con ambos, podemos hacerlo
deliberadamente. Podemos
emplear su inseparable unión permitiendo que los conceptos signifiquen el modo
en que funcionan dentro y sobre las situaciones. Mostraré cómo esto
puede ser posible.
LAS IDEAS DE
HEIDEGGER SOBRE EL ÁNIMO Y EL ENTENDIMIENTO
El último Heidegger nos habla de un tipo de pensamiento que
denomina "habitar o morar" (---wohmen"). Afinna que es la nueva
forma de llamar al Befindlichkeit
del Ser y Tiempo. "Befindlichkeit" se puede traducir por
"ánimo" (e incluso por estado de ánimo).
En alemán la expresión -wie befinden Sie sich" comúnmente viene a significar "¿Cómo estás?
- Este "estás" se ajusta a lo que Heidegger dice de los seres
humanos: tenemos ese tipo de ser que se implica en las situaciones, que
proyecta y se preocupa. Befindlichkeit
es cómo estás, cómo te encuentras en este momento, cómo te sitúas o
ubicas, y por tanto también tiene que ver con tu -ánimo-.' Se trata de uno de
los tres parámetros con los que se define el modo humano de ser. Los otros dos
son el entendimiento y el discurso.
Heidegger decía que nuestro ánimo (nuestro cómo-estamos) siempre
contiene en sí mismo en entendimiento implícito y que este entendimiento
siempre es cambiante. Reunamos ahora toda esta información y hablemos de este
-entendimiento cambiante---, dependiente del ánimo.
Tu estado de ánimo sabe lo que
has intentado decir y por qué, lo que intentas evitar y por qué, el modo en que
quizás no lo has evitado y por qué. Puede que no lo sepas de un modo explícito
pero el ánimo posee cierto conocimiento del modo en que llega a esta situación
y por tanto a este estado de ánimo.
Heidegger mantiene que incluso aunque no sepas qué decir sobre
eso, tu conocimiento cambiante implica de un modo u otro ese discurso. No nos
dice cómo lo hace, simplemente ya está ahí articulado de tal modo que se puede
expresar desde ahí.
Heidegger insistía en que estas nociones ("entendimiento" y Befindlichkeit -
"estado de ánimo---) no son conceptos o categorías. ¿Pero cómo es
eso posible? ¿no se trataba de conjuntos o tipos, de categorías separadas?
Quizás quería destacar así que las tres estaban implícitas en cada una de
ellas. Pero éste también es el caso de muchos de los conceptos comunes (por
ejemplo, la ---autonomía- y la ---libertad- de Kant).
Ya que no hay ninguna definición común de ---concepto- y ya que en
cierto sentido estas tres palabras son conceptos, preguntémonos modestamente lo
siguiente: ¿Cómo es eso de que no sólo se trate de conceptos? Si no podemos
responder, ¿querrá eso decir
que Heidegger nos hablaba sobre algo que no era un mero concepto - en
conceptos?
Heidegger decía que el entendimiento del ánimo va más allá de los
conceptos, que excedía a la propia cognición. En Ser y Tiempo, ¿cómo podríamos
entender estos términos? ¿cómo podríamos estar de acuerdo en que el
entendimiento del ánimo excede con mucho a la cognición?
Es posible llegar a una respuesta inmediata. Entendemos estos
términos desde una comprensión fluctuante (que depende del propio ánimo). Por tanto, lo que podemos comprender
va mucho más allá de aquello a lo que la cognición puede llegar.
Sin una comprensión que depende del ánimo en estos términos, sólo
podríamos alcanzar sus patrones conceptuales y el papel que éste les otorga en
su argumento. Todavía podríamos leer cómo es el ánimo al haber actuado en el
pasado hacia el futuro que queremos. Leeríamos que Heidegger deposita una
especie de conocimiento que va más allá de lo cognitivo, pero sería como una
caja negra ante nuestros ojos. Solo apreciaríamos el patrón
1. Nota del
Editor: Gendlin trata de explicar cómo toda la complejidad situacional de algo
puede estar implícitamente encubierta en un determinado -estado de ánimo---.
Por ello, ---¿Cómo estás? - sería parecido a decir ---¿Cómo estás habitado o
ubicado respecto a ...? 0 ¿Cómo te encuentras? - (que implica lo situacional,
lo corporal y lo anímico a la vez).
conceptual de algo que suponemos que va más allá de lo conceptual.
En esto reside uno de los grandes problemas de la filosofía del siglo XX.
Por tanto, pensamos sobre estos términos no sólo utilizando
patrones conceptuales sino también con eso que excede a los patrones. Dichos
conceptos tienen que ver con el modo en que sus propios patrones se ven
superados. Esto no ocurre solamente con estos conceptos, sino que pasa con
todos. En vez de desear que no fuera así, podemos deliberadamente hacer que el
patrón funcione justo en eso que le excede. Siempre que hablamos o pensamos
aquello que excede al patrón se nos hace accesible. Podemos introducimos y
dejar que nuestras frases tengan sentido dentro.
No es suficiente con pensar y escribir de un modo poético, por
decirlo así. Los propios conceptos pueden decimos cómo funcionan desde y sobre
lo que les excede. Si eso que nos comunican tiene sentido para nosotros, ya lo
están haciendo. Son el lenguaje que puede decimos cómo funciona el lenguaje.
Este tipo de precisión conceptual nos permite introducimos en todo
un reino que hasta ahora nos estaba vedado: El reino de todo lo que funciona de
manera implícita.
Estos conceptos que he estado describiendo pueden constituirse
directamente de las situaciones. Citaré un ejemplo:
Ves que alguien que conoces se acerca por el otro lado de la
calle, pero no recuerdas quién es. Eso es completamente diferente a cuando ves
a un extraño. La persona te produce un sentimiento muy familiar. No puedes
situarle, pero en tu cuerpo hay una sensación significativa. Esa sensación sí
lo sabe. Tu cuerpo sabe de quién se trata. Es un -, una sensación global en tu
cuerpo.
Tu cuerpo sabe cómo te sientes respecto a esa persona. Aunque no
recuerdes de quién se trata, tu - tiene una cualidad muy diferenciada. Si
tuvieras que describirla, podrías decir, por ejemplo: ---Es una sensación de
algo ambiguo. Siento algo así como si realmente no tuviera mucho que ver con
esa persona, pero también se mezcla con cierta curiosidad que no me cuadra, y
--.
Si siguieras indagando, podrías continuar matizando cada vez más,
tanto sobre la persona en cuestión como sobre ti mismo. Pero la globalidad de
la sensación-sentida no puede expresarse con palabras. Por muy bien que
consigas expresarlo, siempre habrá mucho más de lo que puedas decir. Incluso
cuando expresas un poco, tienes que crear frases originales ya que no se adapta
nada bien dentro de las expresiones y las categorías comunes. Es tu sensación,
irrepetible y única, de-esa-persona. Cualquier otra persona provocará en ti una
sensación corporal diferente.
Al centrar tu atención en ese -, puede que repentinamente
recuerdes de quién se trataba. Puede que te sorprenda. Incluso puede que
dijeras, ---No tenía ni idea de que me sintiera así respecto a esa persona. -
¿Pero cómo podemos explicar esto? ¿Tiene nuestro cuerpo sus
propias opiniones acerca de las personas que conocemos? Y si así fuera, ¿Por
qué se guarda sus opiniones para sí mismo en vez de comunicártelas de forma
inmediata?
Heidegger tenía razón: el discurso nos es inherente incluso cuando
no decimos nada. Lo implícito implica al discurso. Cuando no somos capaces de
dar con las palabras adecuadas, sentimos que efectivamente no somos capaces de
encontrar esas palabras. El lenguaje funciona de una manera implícita en el
. En el - el lenguaje se está reformulando, reordenando y
recreando a sí mismo.
FUNCIONES DE
LO IMPÚCITO
De lo dicho hasta ahora se pueden deducir una serie de funciones
que sólo puede desempeñar lo implícito:
1. Algo implícito nos permite
conocer que nos hemos olvidado de algo.
2. También nos permite saber
el momento en que por fin lo recordamos.
3. Nos muestra cuándo se
produce un nuevo paso de pensamiento.
4. Nos hace rechazar lo que
serían buenas opciones si no fuera porque aún implican cosas más precisas.
5. Lo implícito puede
entender directamente una situación.
6. Lo que queremos decir se
constituye implícitamente, y también
7. reorganiza implícitamente
el lenguaje, de tal forma que
8. se pueden constituir implícitamente
nuevas frases.
9. Nos hace saber cuándo
damos con la frase ---correcta".
10. El efecto acumulativo de
una cadena de pensamientos es implícito.
11. Comprender -aprehender-
algo es una función implícita. Decimos ---Oh... sí, ya veo lo que quieres
decir."
12. Precisar algo es un_______
13. Incluso el hecho de
intentar expresar de una forma diferente algo que ya hemos dicho (como cuando
alguien no nos entiende) requiere que hagamos referencia al_____, la sensación.
14. Algo implícito hace que
el uso nuevo de una palabra produzca un sentido nuevo.
15. Las palabras dicen el
modo en que funciona lo implícito si apreciamos el modo en que las palabras
tienen sentido en y sobre eso.
16. Lo implícito hace
posible que utilicemos la misma palabra o frase
de formas diferentes. ¿Cómo
sabemos la forma en que la consideramos? La diferencia no reside en la frase;
sólo lo implícito nos permite tomar dicha frase de esta forma y no de otra.
UN NUEVO TIPO
DE CONCEPTO
Al establecer las funciones implícitas, los patrones conceptuales
se ven alterados por algunas de estas funciones. Pero todavía parece que
estamos en lo mismo. ¿Podemos avanzar más? ¿Podemos cambiar de la misma forma
los patrones conceptuales?
Lo implícito funciona de un modo más complejo a como lo hacen los
patrones. Si entramos y decimos cómo funciona, llegamos a nuevos patrones
conceptuales. Evidentemente éstos no reemplazan las funciones implícitas, pero
nos dejan ver ciertas características de cómo funcionan las cosas cuando están
implícitas.
"MULTIPLICIDAD
INTERRELACIONADA"
¿Qué ocurre cuando no se produce un -, cuando el siguiente
movimiento surge llanamente dentro del discurso ordinario? Gran parte del
discurso funciona de una manera implícita incluso cuando no se produce ninguna
pausa. Conseguimos verlo si de hecho nos detenemos, pero no exactamente igual a
como pasa cuando no hay pausas. Nuestro concepto ---llevar adelante- puede
expresarlo: La propia formación de un - es una especie de llevar adelante, y
luego nuestra diferenciación, nuestra síntesis de esto o aquello viene a ser
otro paso, otro llevar adelante.
Todo eso que excede a lo que podemos decir, aunque esté implícito
en ello, nos habla de una multiplicidad que nunca ha sido diferenciada. Introduzcámonos
ahora en esta complejidad y formulemos un nuevo patrón.
Este tipo de multiplicidad funciona de manera más compleja a como
lo hacen las cosas bien diferenciadas. No se trata de algo completamente lógico
ni una ruptura o un limbo, sino una forma más compleja de moldear el próximo
paso.
"REESTABLECER
EL CONTROL IMPLICITO"
Al explicar algo, primero separamos las cosas y luego debemos
reestablecer su control implícito. Eso lo hace accesible tanto de forma
explícita como implícita. La explicación de algo nos ofrece ventajas sólo si no
perdemos de vista lo implícito.
EL MODO EN QUE LA PALABRA "CUERPO" FUNCIONA EN EL
He hablado de lo implícito (del ánimo, la comprensión, la
ubicación, la experiencia, el interés, las situaciones, el cuerpo...).
Podríamos ver cómo cambian los patrones cuando utilizamos cada una de estas
palabras. Podríamos introducimos en la complejidad implícita y llegar a
conseguir mejores conceptos. Intentémoslo con una de ellas, utilicemos la
palabra "cuerpo".
Evidentemente el significado de la palabra cambia. Ahora el cuerpo
se siente a sí mismo desde dentro y eso nos ofrece una nueva sensación de la
palabra. Cuando digo que las funciones implícitas son corporales, la nueva
sensación de la palabra puede explicar lo que un_____es, el modo en que
el_______corporal puede saber tanto, cómo puede llegar a ser más preciso de
todo lo que podamos decir y cómo pueden desempeñar las funciones que enumeré
antes.
Aquí sólo desarrollaré brevemente cuatro conceptos de un cuerpo de
esta índole:
1. Normalmente no decimos que nuestro cuerpo conoce la situación;
decimos que nosotros la conocemos y que nuestros cuerpos sólo reaccionan ante
lo que nosotros sabemos. Es cierto que reacciona ante lo que decimos, pero no
sólo reacciona a eso. Nuestros cuerpos saben (sienten, proyectan, son, implican
...) nuestras situaciones de un modo directo. Digamos, por tanto, que tenemos
cuerpos situacionales.
2. El ente conocedor que representa el cuerpo no es algo que se
presente ante nuestros ojos. No es un precepto. Este conocimiento no tiene que
ver con la percepción. Si el tallo de una planta pudiera sentirse a sí mismo,
sentiría su entorno al sentirse a sí misma, sin necesidad de los cinco
sentidos. Se sentiría a sí misma expandiéndose cuando el agua se aproxima y sentiría
su implicación del agua cuando careciera de ella. Se sentiría usando la luz en
la fotosíntesis. Hablo de una planta porque no tiene los cinco sentidos
externos. El cuerpo no está detrás de una pared como si sólo pudiera conocer su
entorno a través de los cinco sentidos. Por tanto, otro concepto es: Los seres
humanos tenemos cuerpos como los de las plantas.
3. En la ciencia occidental todo resulta pasivo, organizado y poseído
por relaciones que le son impuestas. Un "observador- formal asocia e interrelaciona
todo. Pero si queremos estudiar a estos observadores no podemos atribuir la
interrelación a otro observador. En algún lugar hay un proceso autoorganizador.
Digamos que un cuerpo vivo es un proceso autoorganizador. El cuerpo viviente
implica su próximo paso.
4. El siguiente movimiento del cuerpo humano implica con frecuencia
algo que queremos decir. Hablar es un caso especial del vivir corporal, es una
extensión del mismo. Nuestros cuerpos implican nuestros significados lingüísticos
y situacionales y pueden llevarlos adelante.
¿PODEMOS
REESTABLECER LA APERTURA?
Siempre será un poder humano vital el considerar los patrones como
puramente lógicos. Por tanto, el papel de lo implícito no es que se le preste
atención. Pero las consideraciones lógicas son ya de por sí una función
implícita. No podemos pensar sólo con patrones lógicos, ni tampoco sin ellos.
No es un desastre que el pensamiento no sea cerrado y siempre bien situado. No
significa el final de la filosofía. Tampoco se trata de un relativismo
histórico cultural. Ningún determinante implícito confina nuestros próximos
pasos a que sigan siendo consistentes con ellos. La apertura no tiene por qué
ser la indeterminación. Puede ser más determinado que las formas explícitas.
La ubicación temporal y espacial difiere de individuo a individuo
y a lo largo de la historia, pero eso no significa que no haya una naturaleza
humana. Las personas que difieren de nosotros pueden hacer que las entendamos.
Goethe decía: ---Uno viaja y luego trae a casa lo que le resulta valioso de las
otras culturas---.
Dilthey lo expreso con más precisión: -Cualquier cosa humana es en
principio comprensible. - Cuando leemos, entendemos a los autores a veces mejor
que lo que ellos mismos se entendían, solía decir,
Las formas culturales no son cerradas. Están gobernadas
implícitamente en ese funcionamiento tan complejo que es la vida corporal. Es
cierto que se puede mal interpretar una cultura dada; pero las personas que han
vivido
en dos culturas pueden explicar con precisión cada una de ellas de
un modo que no puede hacer quien sólo ha vivido en una de ellas.
Cuando nuestras experiencias personales y los determinantes
históricos funcionan implícitamente, no se confinan. No limitan nuestros pasos
para que sean consistentes con ellos, como parecen hacer las formas lógicas
explícitas.
La naturaleza humana va más allá del racionalismo y del
culturalismo. Ahora la palabra ---naturaleza" ha cambiado para incluir el
papel de lo implícito. Podríamos indagar cómo esto ha cambiado los conceptos
que esa palabra normalmente lleva consigo. Para hacerlo podríamos usar más
palabras cuyos esquemas también cambian. Cada una diría algo nuevo en y sobre
el modo en que funciona lo implícito. En esto no hay un final.
Comentarios
Publicar un comentario